Estamos muy, muy contentas por ver cómo nuestro alumnado utiliza diferentes estrategias de cálculo, cada uno a su ritmo; algunos necesitan más tiempo y otros menos (como para todo en esta vida).
La semana pasada observamos este sol (tercero). Quizá parezca una tontería pero este niño ha empezado a aplicar estrategias de cálculo como mitades, dobles, amigo del 1000, multiplicaciones... Muestra que está comprendiendo el número, sus posibilidades y las opciones que tiene; no lo hace mecánicamente, lo entiende y eso es lo importante. Y, para él, es un gran paso.
Por otro lado, este es el sol de una alumna de quinto. ¿Cómo creéis que ha llegado a calcular, mentalmente, la división entre 256? El doble, del doble... ¡Y con decimales! Por lo que comprende qué es un número menor que 1 y no sólo que la coma se mueve hacia la derecha o hacia la izquierda. En el otro lado llega al número descomponiéndolo; todo el trabajo realizado de numeración en clase ha hecho que comprenda, fácilmente, las unidades de medida.
"María, esto es muy fácil". Pues sí, así lo ven con la práctica; así lo ven cuando comprenden. Por supuesto, todo lleva su tiempo y habrá niños y niñas que acaben calculando de una manera impresionante y a otros les costará un poco más y lo harán de forma más sencilla, pero lo que nos interesa es que lo comprendan y no solo que lo mecanicen porque, de la segunda forma, no sabrán aplicarlo.
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